Demás cereales.
En cambio respecto al trigo dice Santa Hildegarda lo siguiente:
“El trigo calienta al hombre; Y cuando lo trituramos en harina, el pan hecho con ésta harina completa es beneficioso tanto para los sanos como para los enfermos y da al hombre una carne de calidad y una sangre de calidad.
Pero si de esta harina, el molinero extrae la fina flor, y quiere hacer pan con esta harina, este pan debilita el organismo y lo podrá hacer enfermar si lo comparamos al pan hecho de harina completa, esta flor de harina ha perdido una parte de las propiedades del trigo y genera en el hombre mucha mucosidad.
El que hace cocer granos de trigo y los come como cualquier otro alimento, no extrae de ellos ni carne ni sangre de calidad sino abundante mucosidad, ya que el trigo preparado de esta forma puede a penas ser digerido. El trigo así preparado no tiene ningún valor para los enfermos mientras que para las personas con salud le cuesta asimilar dicha comida.”
Según el Doctor Strehlow experto en los escritos de la santa, el trigo sería un cereal que es adecuado solo para la pastelería pero no para cocinar, ni para la fabricación de sémola ni para la pasta.
Según este Doctor el cereal universal y que sienta bien a la mayoría de las personas es la espelta. En general sólo se debería utilizar la espelta para la cocina, dejando de lado la pasta o la sémola de trigo que tienen mucho más almidón y que al ser un cereal hibridado es mucho más indigestos para el organismo.
Por curiosidad mencionar aquí lo que dice Santa Hildegarda de Bingen en su libro “Physica” sobre otros cereales:
Centeno:
“El centeno calienta al hombre y aunque sea más frío que el trigo, tiene muchas otras virtudes. El centeno es bueno para los sanos y les da vigor. Todos los que tiene grasa en el cuerpo deberían comerlo ya que a la vez que les da vigor, disminuye su grasa. Los que tienen el estómago frágil (gastritis, falta de ácido gástrico) no deberían tomar pan de centeno ya que no lo pueden digerir. Provocaría en ellos graves dificultades de digestión ya que la digestión se hace con dificultad.”
Cebada:
“La cebada tiene una acción de enfriar y de debilitar más fuerte que todas las otras variedades de cereales. Comida en pan o en sopa, la cebada daña a los sanos y los que son de naturaleza fría, con una circulación de la sangre deficiente, ya que no posee las virtudes curativas de los otros cereales”