Para empezar este epígrafe hay que decir que numerosos estudios han mostrado que los minerales de origen orgánico, que están presentes en los animales y en los vegetales tienen una biodisponibilidad superior a las puramente minerales. La espelta como se verá a continuación constituye una fuente importante de estos minerales y oligoelementos de origen vegetal.
Magnesio.
La espelta es muy rica en magnesio con una proporción de unos 1320mg/100 gramos. Esto hace que la espelta sea un alimento anti estrés.
En el hombre un 70 por ciento del magnesio está contenido en el esqueleto, combinado al calcio y al fósforo en las sales complejas del tejido óseo.
El resto se encuentra en los tejidos blandos como son los músculos, las vísceras y el tejido nervioso y en los líquidos del organismo.
El magnesio interviene junto con el calcio en la transmisión neuromuscular.
También interviene junto con el calcio y el potasio en activar las enzimas pancreáticas favoreciendo así la digestión de los lípidos y teniendo un rol protector del sistema cardiovascular evitando ateromas.
El magnesio estimula también la actividad enzimática del hígado.
También favorece la acción de los fosfatos, enzima indispensable a la absorción intestinal. Gracias a todas estas acciones combinadas, asegura una protección contra las afecciones cardiacas, la hipotensión la hipertensión, los cánceres, la debilidad inmunitaria y los problemas de orden psíquico.
El fósforo.
El fósforo es esencial a la estructura de los huesos y de las funciones fisiológicas del sistema nervioso. Se encuentra en el cuerpo en forma de fosfatos y participa en la mineralización ósea.
Tiene un rol esencial en el intercambio celular y en la producción de energía.
También participa en la síntesis del ADN y del ARN.
Mejora el aguante, lucha contra la fatiga y refuerza los dientes.
El potasio.
El potasio está esencialmente presente en el líquido intracelular. Permite junto con el sodio, los intercambios que regularizan el potencial eléctrico de la membrana celular.
Una carencia de potasio tiene una repercusión en el funcionamiento hepático y renal ya que estos órganos tiene un rol de filtrar en los intercambios permanentes entre las células y los líquidos extracelulares.
También juega un rol importante en mantener el corazón y en mantener un ritmo cardiaco regular. Una carencia en potasio crea arritmias y extrasístoles.
Tiene un efecto vasodilatador disminuyendo la tensión arterial.
Contribuye a aliviar los calambres por la mejora de la conducción de los impulsos nerviosos.
Calcio
La espelta es particularmente rica en calcio, ya que 100 gramos de espelta contienen tanto calcio como dos vasos de leche.
El calcio es un mineral esencial, del cual el 97 por ciento se encuentra en el esqueleto y los dientes.
Activa numerosas enzimas entre las que se encuentran las enzimas pancreáticas y permite el transporte de la vitamina B12.
Es indispensable en el funcionamiento del corazón y del sistema cardiovascular en general ya que favorece la combustión de los triglicéridos en el músculo cardiaco.
También tiene un rol importante en la coagulación sanguínea.
Asegura una función de protección hepática en el desarrollo de las hepatitis tóxicas y de la cirrosis.
También es eficaz en el tratamiento de psoriasis y del eczema.
Hierro
El espelta también aporta una cantidad no despreciable y hierro a nuestro organismo.
Es un constituyente esencial de la hemoglobina que es una proteína que asegura el transporte de oxígeno a través de los glóbulos rojos de la sangre.
Silicio.
La espelta con una contenido importante de silicio del orden de 100 mg por 100 gramos contribuye a conservar un buen funcionamiento cerebral neutralizando el aluminio a fijándolo por conexiones químicas. De esta forma el silicio frena la absorción intestinal del aluminio, anula sus efectos tóxicos y aumenta su eliminación renal.