Origen y evolución de la espelta

Origen y evolución de la espelta

Igual que el trigo original, la espelta salvaje, habría aparecido en Mesopotamia, en el actual Irak.

Sería conocida por el hombre hacía el año 9.000 antes de Cristo. En cuanto los hombres descubrieron  el  valor nutricional de sus granos,  estos los empezaron a colectar, a conservarlos y después a sembrarlos.

Las primeras siembras se debieron hacer sin que se trabajase mucho el suelo, pero desde el neolítico, con el comienzo de la agricultura, los hombres empezaron a trabajar el suelo de una forma muy rudimentaria.

La progresión de la  espelta se hizo luego del este hacía el oeste yendo del actual Irak a Jordania después a Siria y luego a Turquía.  Desde el medio-oriente la propagación de la pequeña espelta se hizo hacía el oeste entre el 6000 y el 5000 antes de Cristo.

Después hacía el valle del Danubio hacía el 4000 antes de Cristo para llegar al valle del Rhin, a Suiza y a los alpes entre el 4000 y el 2500. A España se calcula que debió de llegar entre el 2000 y el 1500 antes de Cristo.

Evolución de la espelta.

Hemos visto que hay tres clases de espelta. La pequeña espelta, el farro y la gran espelta. Estas tres clases de espelta,  han surgido de hibridaciones espontáneas. Antes que se cultivase la espelta, los cereales contenían en sus células 2 juegos de 7 cromosomas. Es aún el caso de la pequeña espelta y de los trigos salvajes que subsisten en el medio-oriente que son los ancestros del trigo actual.

Al tener dos juegos de cromosomas se llamaban pues estas especies diploides. El caso es que alguno de estas especies diploides se hibridaron de forma espontánea por  una adición de cromosomas dando lugar a 4 juegos de cromosomas 2 de cada padre. Estas especies hibridas son llamadas tetraploides ya que en griego tetra quiere decir 4. Es el caso del farro (que es una hibridación de la pequeña espelta y de un trigo original, como también es una hibridación el trigo duro y el Kamut.

Después cuando ya empezó a cultivarse la espelta, especies diploides cultivadas y especies tetraploides también cultivadas se juntaron a su vez dando lugar a una nueva especie hibrida con 6 juegos de cromosomas y que se han calificado de hexaploides. Es el caso del trigo normal y de la gran espelta. No existen trigos hexaploides salvajes ya que han salido por hibridación con especies cultivadas. Así un investigador francés llego a escribir: “Es sólo en la segunda mitad del siglo XX cuando se vio claro para la comunidad científica que no existían ancestros salvajes de los trigos hexaploides y que los trigos hexaploides eran cruces espontáneos entre trigos tetraploides con trigos diploides ambos cultivados.”